Así lo planteó la profesora principal del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Roxana Barrantes, en su exposición en el Seminario de investigación 2021: Nuevas rutas para la minería en el Perú.
Al respecto, comentó que similar centralismo al que se observa en la distribución del gasto público en el país se observa a nivel subregional, donde los recursos se invierten en zonas urbanas y no necesariamente, en los centros poblados, donde viven ciudadanos que interactúan diariamente con las operaciones mineras.
Entre las propuestas mínimas asociadas a eficiencia, destacó el ordenamiento del marco normativo de promoción minera, considerando que se necesita un shock de inversiones en exploración minera, y la mejora de la coordinación intersectorial.
Entre las propuestas moderadas relacionadas a eficiencia, resaltó la priorización de la remediación y el manejo de pasivos ambientales en el sector.
Además, planteó la formulación de un marco para la intervención ambiental temprana y colaborativa con la finalidad de que los ciudadanos que se encuentren alrededor de las zonas de posibles explotaciones mineras a futuro puedan participar desde el inicio en la toma de decisiones.
Barrantes propuso la optimización de la fiscalización ambiental y de obligaciones sociales. “Las obligaciones sociales no se fiscalizan y los métodos de fiscalización ambiental deben modernizarse”.
En los planteamientos dinámicos asociadas a eficiencia, mencionó la formulación de una política nacional para el desarrollo minero y para el desarrollo del MAPE (minería artesanal y de pequeña escala), así como la implementación de la gestión territorial en corredores mineros seleccionados.
Fuente: Agencia Andina