La industria minera peruana avanza hacia un nuevo estándar operativo impulsado por la digitalización, la automatización y el uso estratégico de datos. Este proceso, asociado al concepto de Minería 4.0, busca transformar las operaciones tradicionales en entornos completamente conectados, seguros y altamente eficientes.
Diferencias marcadas entre grandes, medianas y pequeñas operaciones.
En el país, la adopción tecnológica avanza a diferentes velocidades según el tamaño de la operación:
Grandes mineras: operaciones inteligentes y control remoto
Las compañías de mayor escala ya cuentan con arquitecturas integradas OT/IT y centros remotos de operación en Lima (IROC), desde los cuales supervisan en tiempo real perforación, acarreo, procesos de planta, redes eléctricas y sistemas de ventilación.
Estos centros permiten pasar de un modelo reactivo a uno predictivo, reduciendo fallas, optimizando recursos y centralizando la toma de decisiones.
Medianas operaciones: automatizar procesos críticos
Las mineras medianas se enfocan principalmente en automatizar tareas de riesgo para proteger al personal y mejorar la continuidad operativa. El uso de sensores, cámaras, redes internas modernizadas y sistemas de alarmas inteligentes es cada vez más común.
Pequeña minería: limitaciones estructurales
En el caso de pequeñas operaciones, la digitalización avanza más lentamente debido a barreras como baja disponibilidad de energía, problemas de conectividad, accesos complejos y menor capacidad de inversión.
Conectividad: la base de una mina digital
Expertos coinciden en que una infraestructura sólida de telecomunicaciones es la “columna vertebral” de la mina inteligente. Esto implica redes segmentadas, fibra óptica, baja latencia y sistemas capaces de soportar transmisión de datos en tiempo real. Gracias a esta conectividad robusta es posible integrar tecnologías como IoT, analítica, inteligencia artificial, monitoreo remoto y automatización avanzada.
Automatización para mayor seguridad y eficiencia
La automatización ya permite que diversas actividades se ejecuten con mínima intervención humana, especialmente en zonas de alto riesgo. Entre ellas:
- Perforación, voladura y acarreo.
- Monitoreo de flotas y equipos críticos.
- Supervisión de plantas industriales y sistemas eléctricos.
- Videovigilancia y alertas tempranas en áreas de riesgo.
La centralización de datos y su análisis en tiempo real mejoran la productividad, reducen tiempos muertos y elevan los estándares de seguridad operativa.
Hacia minas más inteligentes y sostenibles
La Minería 4.0 se perfila como un componente clave para el futuro del sector. Su adopción contribuye a:
- Reducir la exposición del personal a actividades peligrosas.
- Elevar la eficiencia energética y operacional.
- Optimizar recursos y prolongar la vida útil de los activos.
- Facilitar operaciones remotas, sostenibles y más competitivas.
El desafío ahora es ampliar estas tecnologías a todo el ecosistema minero peruano, especialmente a las operaciones que aún enfrentan barreras estructurales.
Fuente: expreso.com.pe