Según investigadores a pesar de catastrofistas cifras, minas están lejos de quedarse sin oro

Investigadores del sector minero, recalcan que todo el oro extraído desde hace miles de años cabría en un cubo con bordes de 22 metros de largo, lo suficientemente pequeño como para caber dentro de él en tres piscinas olímpicas. Además cada año, los mineros y las casas de empeño agregan de 4.000 a 5.000 toneladas métricas a una pila existente de 197.576 toneladas, pero la demanda de joyería por sí sola consume aproximadamente la mitad de eso.

La industria necesita encargar 8 millones de onzas de proyectos para 2025 para mantener los niveles de producción del año 2019, afirmaron los consultores del grupo Wood Mackenzie en junio, lo que requiere una inversión de capital de unos 37.000 millones de dólares.

Cabe recalcar que la producción minera cayó el año pasado por primera vez en más de una década. Incluso la British Broadcasting Corp., la famosa BBC británica, ha estado preguntando si corremos el riesgo de que se agote el metal precioso, cuenta David Fickling.

Si bien en el centro de la preocupación se encuentra una tendencia de larga data en la industria minera de oro: el porcentaje de oro en las reservas de mineral está cayendo, de más de 10 gramos por tonelada a fines de la década de 1960 a apenas más de 1 gramo por tonelada en la actualidad. Esas concentraciones son extraordinariamente bajas, lo que equivale a moler y separar el mineral del valor de la Estatua de la Libertad para recuperar una cucharadita de metal precioso. Hasta el momento no sabemos cuándo será, y toda la evidencia indica que todavía estamos muy lejos de averiguarlo.

Pongamos como ejemplo la mina “Cadia East” de Newcrest Mining Ltd., 200 kilómetros al oeste de Sydney, Australia. El grado allí es de solo 0,45 gramos por tonelada, más de dos del valor de la Estatua de la Libertad por cucharadita, y sin embargo, la mina es una de las más rentables del mundo, con costos de 160 dólares por onza, lo que generaría un margen de más del 90% a los precios actuales del oro.

Por tanto, no hay razón para pensar que esa tendencia está a punto de romperse, ya que aproximadamente la mitad del oro mundial se ha extraído desde 1976 y, en todo caso, el ritmo se está acelerando a medida que caen las leyes.

En todo el mundo, la producción de oro aumentó en aproximadamente un tercio durante la última década, mucho más que el aumento del 15% en la producción de petróleo. La mejor razón para invertir en oro sigue siendo que proporciona diversificación a una cartera de inversiones, no es que el mundo no tenga suficiente. Un día, puede que nos quedemos sin oro. Pero, por ahora, estamos muy, muy lejos de ese momento.